El Verdadero Taxco

Llegamos a Taxco cuando estaba anocheciendo. Mientras subíamos la empinada calle rumbo al hotel el cielo se iba oscureciendo borrando lentamente el pueblo empotrado sobre la montaña. Aun así, dio tiempo para que pudiera ver la belleza colonial (que término más extraño, belleza colonial, algo bello dejó la brutal colonización de México) de Taxco. Seguir leyendo «El Verdadero Taxco»