Estuve sentado toda la mañana en la enfermería de la universidad,
Contando las campanadas que cerraban las clases
A las dos nuestros vecinos me llevaron a casa.
En la entrada me encontré con mi papá llorando,
Siempre se había tomado con calma los funerales
Y Big Jim Evans diciendo que fue un golpe duro.
El bebé balbuceó y se río y meció la carriola
cuando entré y me sentí avergonzado
por los viejos que se levantaron a estrechar mi mano.
Diciéndome que lo sentían,
Los susurros informaron a los desconocidos,
que yo era el mayor, estudiando fuera,
mientras mi madre me sostenía la mano.
Dentro de la suya y tosía suspiros secos y enojados.
A las diez llegó la ambulancia
Con el cuerpo, vendado y restañado por las enfermeras.
A la mañana siguiente subí al cuarto,
Campanillas de invierno y velas, decoraban la
Cabecera; lo vi por primera vez después de
seis semanas. Más pálido,
Llevaba un moretón como amapola en la sien
izquierda y estaba acostado dentro de la caja de cuatro pies
al igual que en su catre, nada de cicatrices llamativas,
el parachoques lo golpeó limpiamente.
Una caja de cuatro pies, un pie por cada año.
Seamus Heaney
Traducción: Ricardo Otero Córdoba